No te pasa que llega el lunes y tienes la determinación de comer saludable toda la semana pero conforme van pasando los días y el cansancio del trabajo o la escuela se va acumulando, cedes a la flojera y una vez más te encuentras comiendo comidas procesadas, alimentos para llevar o comprando cualquier cosa en la calle o algo que no se ajusta a tus objetivos.
Como coach puedo decirte que esto es algo que veo todos los días como uno de los factores limitantes más comunes de las personas al momento de querer llevar una alimentación saludable, y sin embargo uno de los más fáciles de corregir con pequeños ajustes en nuestro día a día. Por ello es que a continuación te voy a dar 5 consejos muy sencillos de aplicar que harán de comer más saludable algo fácil, rápido y práctico para cualquier estilo de vida, no importa si trabajas largas horas en la oficina, eres estudiante o ama de casa ocupada, si aplicas de manera correcta estos 5 consejos vas a observar una gran diferencia en tu alimentación, mayor adherencia a una dieta saludable y por ende mejores resultados en tus objetivos físicos sin importar cuáles sean.
- Prepara tus comidas con anticipación: no puedo insistir más en lo importante que es estar preparado para que cumplir tus objetivos sea más sencillo y el proceso más agradable. Como dicen por ahí, si fallas en planear es como planear fallar. Por eso es que tomarte una o dos horas a la semana para preparar tus comidas puede cambiar por completo tu situación, y prepararte para que tengas opciones saludables listas para el resto de la semana. Con esto vas a evitar que la flojera o la falta de tiempo te lleven a tomar decisiones no tan adecuadas, e incluso si no haces un meal prep muy elaborado el simplemente lavar, desinfectar y picar tus frutas y verduras o cocer tus granos y semillas puede ahorrarte mucho tiempo durante la semana y ayudarte a mantener una buena alimentación.
- Ten disponibles alimentos fáciles y rápidos de preparar: si de plano tus horarios son súper complicados o de pronto no tienes tanto tiempo disponible para ir de compras o cocinar, puedes ayudarte de alimentos enlatados o congelados como frijoles, garbanzos, edamames, carnes vegetales, verduras o frutas congeladas, sólo asegúrate de que las frutas que compres congeladas no tengan azúcar añadida y que tus enlatados sean de preferencia sin aceites añadidos y reducidos o sin sodio. Estos alimentos puedes tenerlos disponibles siempre en tu cocina pues duran bastante y te juro que van sacarte del apuro en más de una ocasión.
- No te compliques demasiado: a veces pensamos que comer saludable es igual a recetas súper complicadas, agregar los super foods más exóticos o pasar horas en la cocina, y la verdad es que hay infinidad de platos balanceados que puedes armar en menos de 5 minutos y con cero complicaciones. Por ejemplo un bowl con arroz, frijoles, vegetales y aguacate, una ensalada con lechugas, espinaca, tofu, quinoa y aceite de olivo, un sándwich de pan integral con mantequilla de cacahuate natural y mermelada sin azúcar, un smoothie con proteína en polvo, leche vegetal, plátano y mantequilla de almendras, etc. Busca platillos que se te antojen, sean fáciles de preparar y que se adapten a tu estilo de vida, no necesariamente mayor dificultad es mejor en estos casos.
- Lleva comida contigo: como lo mencionamos anteriormente, estar preparados es clave para ver mejores resultados, por lo tanto es recomendable que cuando te sea posible lleves comida contigo, o en todo caso algunas opciones saludables de snacks, y así no dependas de lo que tengas disponible en el momento. De igual manera si sueles comer en el trabajo o en la escuela, puede que sea recomendable que te acostumbres a llevar tus propias comidas, yo se que es más práctico comer en el comedor de la oficina o en la cafetería de la uni, pero desafortunadamente en estos lugares no suelen existir opciones de alimentos saludables, la grasa y el sodio puede llegar a ser bastante y en realidad no tenemos control de los ingredientes y tipo de preparación que lleven los alimentos, por lo tanto en estos casos el llevar tus propias comidas puede beneficiar a tu progreso, tu salud y también a tu bolsillo.
- Si vas a comer afuera elige de manera inteligente: como coach me encuentro muchas veces con personas que por sus trabajos viajan demasiado o tienen juntas o citas de negocios en comidas, y esto los obliga a tener que realizar un gran porcentaje de sus comidas fuera de casa. Si este es tu caso te recomiendo que te enfoques en lo que si puedes controlar para tener un balance, lo que significa que realices en casa la mayor cantidad de comidas que te sí te sean posibles, e igualmente cuida que estas sean lo más saludables y nutricionalmente densas, para que esto te ayude a tener un equilibro con las comidas no tan saludables que podrías estar consumiendo de pronto fuera de casa. De igual manera, cuando realices comidas en la calle trata de inclinarte a platos equilibrados que tengan todos los macronutrienes, así una buena cantidad de verduras, carbohidratos como papa, camote, avena, arroz, etc, proteína como tofu, tempeh, edamames, garbanzos, etc y grasas buenas como aceite de olivo, aguacate o nueces. Evita los alimentos fritos, capeados o empanizados pues tienen más grasa y prefiere las preparaciones al vapor, asadas o cocidas. Toma mucho agua y evita las bebidas azucaradas y alcohólicas.
Estos cinco consejos pueden parecer simples, pero te aseguro que bien aplicados pueden representar un gran cambio. Puedes empezar implementando uno a la vez para que no sea tan abrumador, e ir avanzando poco a poco a tener cada vez mejores hábitos, y que esto se traduzca en resultados en tu cuerpo y salud.